Washington, 29 ago (PL) Expertos del estadounidense Instituto Woodrow Wilson advirtieron hoy que un acuerdo bilateral con México debe descartarse como sustituto de un pacto tripartito con la presencia de Canadá.
El 'acuerdo preliminar en principio' anunciado entre México y Estados Unidos es un importante paso adelante para un pacto comercial modernizado en América del Norte, consideraron Duncan Wood, director del Instituto de México de la organización; Christopher Wilson, su subdirector; y el exembajador en la nación latinoamericana Earl Anthony Wayne.
Sin embargo, no debemos olvidar que Canadá es el mayor mercado de exportación de Estados Unidos, por lo que el valor de un acuerdo comercial con ese país está fuera de toda duda, agregaron.
De acuerdo con un trabajo que publicaron en el portal digital The Hill, la importancia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) vigente entre las tres naciones desde 1994 va más allá de dos relaciones bilaterales.
El Tlcan facilitó la creación de una plataforma de producción norteamericana en la que combinan sus ventajas comparativas mediante la fabricación conjunta de bienes como los automóviles, con partes y materiales que se mueven a través de las fronteras continentales, señalaron.
Según los autores, estas redes productivas construidas en los últimos 25 años fortalecen la competitividad de las tres economías.
No está nada claro, estimaron, que un acuerdo entre Estados Unidos y México sea viable o una gran ayuda para este país, dado el papel sumamente importante que desempeña Canadá en los sectores de la energía, la agricultura y los automóviles.
Por lo tanto, un acuerdo efectivo debe ser de naturaleza regional, incorporando a las tres naciones de América del Norte, remarcaron los analistas.
A decir de los autores, los desafíos del tiempo empujaron a Washington y México a negociar intensamente para que se pueda firmar un nuevo acuerdo este año, porque el país latinoamericano le gustaría que se concrete antes de que su actual presidente, Enrique Peña Nieto, deje el cargo el 1 de diciembre.
Para que el Congreso estadounidense apruebe ese paso, la legislación comercial establece un periodo de 90 días, por lo que la notificación al Capitolio debería ocurrir el 1 de septiembre para cumplir con esa fecha.
'Canadá tiene su propio calendario político: habrá elecciones federales el próximo año. No se puede ver que el primer ministro (Justin) Trudeau sacrifique el interés nacional solo para llegar a un acuerdo', valoraron.
La conclusión de los integrantes del Instituto Woodrow Wilson es que aún hay mucho por negociar y finalizar en las próximas semanas. 'Por muy bienvenido que sea el acuerdo entre Estados Unidos y México, el objetivo final debe ser un acuerdo trilateral moderno'.
Sin embargo, no debemos olvidar que Canadá es el mayor mercado de exportación de Estados Unidos, por lo que el valor de un acuerdo comercial con ese país está fuera de toda duda, agregaron.
De acuerdo con un trabajo que publicaron en el portal digital The Hill, la importancia del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (Tlcan) vigente entre las tres naciones desde 1994 va más allá de dos relaciones bilaterales.
El Tlcan facilitó la creación de una plataforma de producción norteamericana en la que combinan sus ventajas comparativas mediante la fabricación conjunta de bienes como los automóviles, con partes y materiales que se mueven a través de las fronteras continentales, señalaron.
Según los autores, estas redes productivas construidas en los últimos 25 años fortalecen la competitividad de las tres economías.
No está nada claro, estimaron, que un acuerdo entre Estados Unidos y México sea viable o una gran ayuda para este país, dado el papel sumamente importante que desempeña Canadá en los sectores de la energía, la agricultura y los automóviles.
Por lo tanto, un acuerdo efectivo debe ser de naturaleza regional, incorporando a las tres naciones de América del Norte, remarcaron los analistas.
A decir de los autores, los desafíos del tiempo empujaron a Washington y México a negociar intensamente para que se pueda firmar un nuevo acuerdo este año, porque el país latinoamericano le gustaría que se concrete antes de que su actual presidente, Enrique Peña Nieto, deje el cargo el 1 de diciembre.
Para que el Congreso estadounidense apruebe ese paso, la legislación comercial establece un periodo de 90 días, por lo que la notificación al Capitolio debería ocurrir el 1 de septiembre para cumplir con esa fecha.
'Canadá tiene su propio calendario político: habrá elecciones federales el próximo año. No se puede ver que el primer ministro (Justin) Trudeau sacrifique el interés nacional solo para llegar a un acuerdo', valoraron.
La conclusión de los integrantes del Instituto Woodrow Wilson es que aún hay mucho por negociar y finalizar en las próximas semanas. 'Por muy bienvenido que sea el acuerdo entre Estados Unidos y México, el objetivo final debe ser un acuerdo trilateral moderno'.
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